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viernes, 14 de junio de 2024

Eulogio. Regulares tamaño extra.


 De escala un poco inferior a los 54 mm grupo de Eulogio con Oficial a caballo, abanderado, trompeta y dos soldados. El caballo es mazizo y con peana ; se trata de la versión grande del más habitual caballo en 45 mm de Eulogio. En este caso decidió prescindir de los habituales alambres soldados a las patas característicos de sus caballos en tamaño extra. Impecables de pintura podemos disfrutar del efecto de eulogios recién salidos de fábrica. De finas tonalidades, ocres cálidos , rojos encendidos, verdes prado en los zócalos y con un acabado en esmalte satinado precioso. Estas piezas están realizadas dentro de la antigüa tradición del soldado de juguete que se remonta en España hasta principios del siglo XIX. En los años cincuenta del pasado siglo se prohibió la fabricación de soldados de plomo para los niños debido a la toxicidad de este metal. Algunos fabricantes se adaptaron al plástco como el caso de Capell, Pech, Teixidó o García Castresana. Aparecieron nuevos fabricantes de esta industria como Colom Baste, Reamsa, Jecsan, Sotorres y en Madrid Aster o Lafredo por citar algunos ejemplos. Durante los años setenta del pasado siglo hubo un florecimiento del miniaturismo militar en España. Se organizaron agrupaciones  que publicaron boletines con documentación sobre historia, uniformormología y otros temas de interés realacionados. Se llevaron a cabo exposiciones colectivas en diferentes ciudades de España. El soldado de plomo se adaptó a los nuevos tiempos y se dirigió hacia otro tipo de clientes mucho mas exigentes y entusiastas que coleccionaban figuras de gran rigor histórico. El propio Eulogio se adaptó en cierta manera a estos nuevos tiempos y realizó figuras de calidad superior y muy precisas en los uniformes a partir de sus antiguos moldes de tamaño grande. Aparecieron nuevos fabricantes como Almirall, Lucio Saez, Pérez Arias, Compte, Ramón Labayen, García Castresana, Vicente Juliá. Angel Comes y tantos otros fabricantes de miniaturas militares que nutrían las vitrinas de los coleccionistas de la época.