En Octubre de 1859 los continuos ataques a los enclaves españoles en el Norte de África
desencadenaron el inicio de la guerra de África durante el reinado de Isabel II, Desembarcó un contingente de unos 35000 hombres distribuidos en diferentes brigadas que incluían infantería, cazadores, caballería con lanceros y húsares , artillería , ingenieros y guardia civil. Entre ellos se encontraba un batallón con unos 500 hombres de voluntarios catalanes denominado batallón de cazadores de Barcelona al mando del General Prim.
En este fragmento de un antiguo" full de rengle" de Llorens se puede ver el uniforme de los voluntarios con el típico atuendo catalán.Chaqueta y pantalón de pana, faja , barretina de color rojo y alpargatas con polaina como calzado.
Un grupo de Almirall de voluntarios catalanes en una escena de campamento.El catálogo de Almirall es extensísimo y el gran número de variaciones y encargos especiales hace dificil su catalogación.Estas figuras pertenecían a la coleción privada de José Almirall y fueron publicadas en el catálogo de la compañía farmacéutica CIBA en 1965 sobre los soldados de plomo en el museo militar de Montjuich de Barcelona. La campaña de África despertó gran entusiasmo popular y fueron muchas las representaciones de soldados tanto en papel como en figuas planas de estaño de los talleres de Ortelli o Lleonart.
Esta litografía pertenece al libro españoles en África de Víctor Balaguer.
Otra ilustración antigua con soldados de los tercios vascongados,voluntarios catalanes, cazadores e infantería de linea durante la guerra de 1860En la batalla de Tetúan en Febrero de 1860 las tropas españolas lanzaron un ataque masivo contra un campamento enemigo con los voluntarios a la cabeza.Bajo un fuego devastador cruzaron un pantano que servía de trinchera natural enfrentándose cuerpo a cuerpo con los defensores de la posición marroquí.Las pérdidas fueron enormes causando baja más de dos tercios de los efectivos del batallón.Tras la toma de Tetúan volvieron a combatir en Wad-Ras.Al terminar la contienda regresaron a Barcelona unos doscientos voluntarios que fueron recibios calurosamente con grandes festejos y honores.