Hacia 1828 en talleres de estaderos de Barcelona se empezaron a fabricar soldados de plomo.La imaginería popular estaba muy presente en esas primeras figuras.Su vinculación con aleluyas,grabados y recortables es evidente.La primitiva figura de estaño supo imbuirse de toda aquella tradición y expresarla plenamente en un nuevo lenguaje.
A finales de siglo empezó a imponerse un nuevo tipo,el soldado corpóreo.Surgieron grandes artistas,Eulogio en la antigua fàbrica de Pascual.Casanellas en su taller del pasaje Mariné.Incluso Ortelli empezó a editar figuras de bulto.
A principios del siglo XX se terminó el monopolio catalán y surgió con fuerza la figura de Palomeque en Madrid.Gran entusiasta del mundo militar se propuso abarcar con sus figuras toda la historia de España y hacer incursiones en los ejércitos legendarios de otros países comola Guardia Imperial de Napoleón.
Con figuras de un encanto irresistible realizó con creces su proyecto en poco menos de diez años de actividad.
Parece ser que el encargado de la realización de los moldes fué un grabador filipino un tanto excéntrico.Estilisticamente resultó ser totalmente satisfactorio pues conseguía hacer unas piezas sencillas pero llenas de carácter y encanto.A diferencia de otros fabricantes los Palomeque se caracterizan por su variedad y imaginación.La aleación utilizada tenía una alta proporción de plomo lo que favorecía su ductilidad para hacer adoptar diferentes posturas a una figura de serie.Además el taller contaba con un buen número de hábiles artesanos en la técnica de la soldadura y la de añadir detalles con fina lámina de metal como gorgueras o capelinas.Con un número relativamente escaso de troqueles las combinaciones eran casi ilimitadas y de una figura bàsica podía obtenerse un alabardero de Felipe II o un guerrillero del Sitio de Zaragoza.Aquella aparente simplicidad del grabado se enriquecía con la calidad de la pintura y la viveza de los colores.La enorme creatividad de Palomeque hizo posible un extenso catálogo y otras series especiales.
Este húsar refleja plenamente en carácter Palomeque.El caballo es una maravilla lleno de vida.Se sostiene sin peana lo que le proporciona carácter al verse libre de cualquier artefacto para sostenerse.El jinete también es fenomenal con una hermosa cabeza y su pelliza perfectamente dibujada.El conjunto es totalmente satisfactorio con esa perfección de estilo que solamente tienen los mejores soldados de plomo.
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