El otro dia leí un comentario acerca de las figuras de Palomeque de un afamado coleccionista en el que se decía que las figuras de Palomeque estaban muy buscadas mas por su rareza que por su calidad, por otra parte bastante escasa....
Me quedé perplejo al comprobar que alguien que sin duda ha tenido muchos soldados de plomo en sus manos sacara conclusiones tan desafortunadas.
Entonces me pregunté que tenían estas figuras para que a mi me gustasen tanto.Llegué a la conclusiónde de que aparte de su encantador modelado,delizadeza de los colores y perfecta proporción, lo que realmente me fascinaba era su aspecto tan genuinamente humano.
Ningún palomeque es idéntico a otro. Fueron fundidos con una aleación predominantemente de plomo que los hace muy maleables y el tiempo se ha encargado de hacerles adoptar caprichosas y sutiles variaciones.Las cabezas tienen también un marcado carácter individual no tan solo por el decorado sino por las inclinaciones o rotaciones que adoptan. A pesar de su unidad general se observan pequeños matices y diferencias que hacen que el conjunto se asemeje a la vida real,eso si, idealizada,como cabría esperar en una pequeña obra de arte.
Quizás no sea más que la casualidad, tal vez sea obra del tiempo transcurrido...pero a mi me gusta pensar viendo a estos soldaditos que cada uno ha cobrado vida propia y tiene su propio carácter que lo hace único e insustituible.
Algunos detalles de estas maravillosas figuritas .Las cabezas son por supuesto intercambiables, tambores y fusiles típicos de Palomeque .A destacar la hermosura del azul turquí aplicado mediante una fina capa de esmalte y su contraste con los amarillos,dorados y el color avellana de los correajes.
Otra versión de figuras de marinería por Palomeque, en este caso con gorro con borla y sin guerrera , con chaquetilla corta.