Dentro de la producción española en 45 mm destaca por su calidad la producción de Baldomero Casanellas. Bajo el nombre comercial de "la Guerra" y con la bendición de la Diosa Minerva a principios del s.XX se inició la fabricación de unos soldados de plomo de pleno bulto de una calidad excepcional.No queda claro quien fué el artífice de los grabados de los casanellas pero bien pudiera ser el propio Baldomero pues es sabido, gracias a las memorias de Víctor Lleonart, que trabajó en sus inicios como aprendiz en el antiguo taller de la calle Canuda en donde sin duda debió aprender el oficio.Sin embargo no queda clara la autoría y cabe la posibilidad de que los diseños fueran encargados a algún experto en la materia.De una forma u otra , lo cierto es que el resultado final fué tan plenamente satisfactorio que los modelos originales pueden ser considerados como de lo mejor que se ha hecho en este formato en España y en el resto del mundo.
Este grupo de Artillería de montaña presenta un estado de conservación excepcional lo que nos permite apreciar la enorme calidad de las piezas y diferentes accesorios y la pintuta en toda su plenitud ,dándonos una idea precisa de como se comercializaban estas figuras a principios del siglo pasado.La caja de Artillería de Montaña se componía de cuatro mulos de carga ,ocho artilleros a pie,un oficial a caballo y dos cabos artilleros montados.En esta versión el uniforme es de invierno con capote.En la fotografía del catálogo los artilleros visten guerrera existiendo por tanto dos versiones de la misma serie.
Las figuras de los artilleros tienen unas manos ahuecadas con el fin de poder sostener las bridas de los mulos realizadas en hilo de color negro sujetas mediante pequeños nudos.Es poco habitual encontrar piezas que conserven su aspecto original.Los artilleros con capote tienen una talla ligeramente inferior a la clásica figura casanellas con guerrera.Digamos que tienen una talla muy similar a los Eulogio.Los capotes tienen una rica botunadura en plata y unas bocamangas de bermellón muy vivo.Los roses llevan plumero y sin funda por lo que se escogió para la representación el uniforme de gala sin duda mas vistoso.
Detalle de dos artilleros de perfil en las que puede observarse el ros y la forrajera de rabioso color escarlata
La pieza se repartía en tres mulos con la siguiente distribución : ruedas, cañón y cureña.Un cuarto mulo llevaba cajas de munición.En los laterales se pueden observar otros accesorios de un grabado finísimo como palas, serruchos , picos y otros utensilios necesarios para la artillería de montaña.
En resumen un grupo con un estado de conservación realmente extraordinario que nos da una idea precisa de hasta que punto se cuidaba la fabricación de soldados de plomo en España a principios del siglo XX.